23.10.10

Fragmentos

de Alejandro Jodorowsky

Campo de concentración

El prisionero estira sus dedos y con trazos digitales forma un laberinto por donde su alma vaga buscando una salida.

Maestro Inútil

Caminó por esa ciudad en la que todos los habitantes se apresuraban a entrar temprano en sus casas para que no los sorprendiera el toque de queda. Tenía infinitas respuestas, pero no encontró a nadie que quisiera hacerle una pregunta.

La Frontera

Con el pecho cubierto de medallas regresó el viejo soldado. Arrastrando su pierna ortopédica dejó una larga línea en la tierra. Esa huella iba dividiendo el mundo en dos. Un lado estéril que rápidamente se convertía en desierto y un lado fértil poblado de bosques, flores exuberantes y aves multicolores... El viejo soldado, con el pecho cubierto de medallas, se perdió en el horizonte. Poco a poco el viento y la lluvia borraron esa huella. El mundo recuperó su unidad.

Misterios del Tiempo

Cuando el viajero miró hacia atrás y vio que el camino estaba intacto, se dio cuenta de que sus huellas no lo seguían, sino que lo precedían.

Íntima Tarea

Un señor quiere limpiar, con una tarjeta de visita, la abertura trasera de su elefante. Apenas comienza la íntima tarea, se da cuenta de que la exigua cartulina es insuficiente por que el arrugado círculo exige más bien la página doble de un periódico. Careciendo de tanto papel o no queriendo buscarlo, el caballero decide coser la salida hasta dejarla del tamaño de una moneda de cinco centavos. Entonces con toda facilidad realiza la limpieza... El intestino del paquidermo, carente de escape apropiado, acumula materias pestilentes que, al fermentar, hacen estallar al animal entero. Uno de los trozos aplasta al señor y el resto de ellos ensucia e infecta la noble casa.

Epistemología

Con tristeza, el camaleón se dio cuenta de que, para conocer su verdadero color, tendría que posarse en el vacío.

El Perezoso

Año tras año el viejo monje tibetano, en su nevado retiro, hacía girar, dormitando, su molino de rezos. Impulsado por una mano fláccida, el grueso cilindro giraba y giraba enviando hacia el cielo la vibración de sus letras sagradas. Como Dios premia los esfuerzos y no la pereza, cuando llegó la hora de la muerte, ofreció el cielo al molino de rezos y sumió en el infierno al monje.

¡Arde, Bruja, Arde!

La monja esta siendo quemada viva. Un mendigo, acosado por el frió, había llegado a la iglesia pidiendo albergue. Porque no tenía con que hacer un fuego para calentarlo, la monja quemo una virgen de madera. Ahora el abad, viejo reseco a quien nadie había visto sonreír, la quemaba a ella, acusándola de comunista sacrílega. Ardió la pira, ardió su cuerpo, ardió su cuerpo, pasaron la horas, los días, tres semanas, y la carne siguió echando llamas sin consumirse. Las noches de la aldea ya no eran oscuras, los gallos no cesaban de cantar, los vecinos no podían dormir. Formaron filas, se pasaron baldes llenos con agua para empaparla, el incendio no ceso. Así, lanzando lenguas de fuego, la arrojaron a un pozo que colmaron con arena. De ese profundo sepulcro emergió un calor intenso que atrajo moscas, arañas y víboras. Decidieron desenterrarla. La encontraron aún en llamas y además viva. Le rogaron que dejara de arder. Sin decir una palabra caminó hacia la iglesia, bajó del púlpito al abad y lo estrechó contra su pecho. "¡Entra en Su corazón!" Cuando el viejo se consumió sin dejar cenizas, ella dejó de arder. Tomó una escoba y, como de costumbre, se puso a barrer el piso. Los aldeanos le llevaron pedazos de leña temiendo que algún otro mendigo llegara a pedirle albergue.

Psicomagia

"No soy un borracho, pero tampoco soy un santo. Un hechicero no deberia ser un "santo"... Deberia poder descender tan bajo como un piojo y elevarse tan alto como un aguila... Debes ser dios y diablo a la vez. Ser un buen hechicero significa estar en medio de la tormenta y no guarecerse. Quiere decir experimentar la vida en todas sus fases. Quiere decir hacer el loco de vez en cuando. Eso tambien es sagrado."

Nota preliminar; Corzo Cojo
(brujo siux de la tribu Lakota)

El libro de la muerte

Le dijeron que si iba a cierta caverna de una montaña de los Andes, encontraria a una anciana curandera que podria decirle, consultando un libro, el dia exacto de su muerte. Despues de mucho cavilar, decidio ir a visitarla. La vieja extrajo una pequeña libreta del interior de un craneo adornado con pedazos de espejo y le comunico la fatal fecha: solo le quedaban dos años de vida.
El visitante lanzo un gemido de angustia. Luego sonrio, incredulo.
- Viejita, ¿Como va a ser posible que tengas anotada en esa infinita libreta la fecha de muerte de los millones de seres humanos que pueblan la tierra?
- Hijo mio, e verdad aqui tengo escrito solo el nombre de los pocos que han de atreverse a venir a consultarme.
Tu destino es...
"Tu destino son las estrellas no hagas un nido en la cama decide quebrar las anclas desaloja la escalera no trasquiles crea lana abre el ojo que no sueña pierde la carne y las venas deja desnuda a tu alma haz de tu nombre una hoguera y dile a tu cojo anda y dile a tu avaro ama
¡Corónate de una cresta!"
- Jaime, he terminado de estudiar el asunto: este periodo de prosperidad del que hablan tanto los periodistas es solo blanqueo de sepulcro. La verdad no anida en las paginas editoriales, sino en las economicas. El pais que llamas tuyo, espero que no te equivoques, esta siendo vendido, mina por mina, campo por campo, a los norteamericanos. Claro que los dolares parecen bendicion para los que viven especulando, pero son papeles que se esfuman. La riqueza del suelo se la llevan los extranjeros. Tus chilenos no se estan enriqueciendo sino endeudando. Situacion peligrosa. el hambre popular puede gestar una revolucion.

extracto de:"Cuando Teresa se enojo con Dios"

Deslumbrar

¡Igual que la mentira, la verdad necesita charlatanes, por que si no la ensalzan, nadie la nota!

El arte delTarot

Nadie sabe quien invento el Tarot, ni donde, ni cuando. Nadie sabe lo que significa esta palabra, y tampoco a que idioma pertenece. No se sabe tampoco si esta al origen del juego de cartas o solamente el resultado de una lenta evolución que hubiera empezado por la creación de un juego de cartas llamado "naïbbe" (cartas) y al cual se le hubieran agregado los ARCANOS MAYORES y las PINTAS: Primer punto de referencia certero, la prohibición en 1376 en Bern, del juego de cartas. En 1392, esta dicho en las minutas de Charles Peupart, tesorero de Carlos VI, se pagaron 56 sols al Jacquemin Gringonneur de París, para pintar tres juegos de cartas en dorado. Pero esto no quiere decir que Gringonneur haya inventado el Tarot...
En 1377, un monje alemán – Johannes- menciona un juego de carta que habría visto en suiza. En España, se señala la aparición del juego de cartas en 1378.
En 1457, San Antonio, en su "Tratado de Teología" hace referencia al Tarot. En 1500, un manuscrito latín – "Sermones de ludo cum aliis"- contiene la lista de los ARCANOS MAYORES.
Hasta el siglo XVIII, el Tarot es asimilado a un juego de azar y su sentido profundo pasa desapercibido. Se copian los dibujos, se los transforman, se los mutila, se adornan con retratos de nobles, se les pone al servicio a la suerte de la corte. Pero en 1781, el autor francés Court de Gebelin redescubre el Tarot (de Marsella) y lo presenta en el noveno volumen de su "Mundo Primitivo". Agregando un cero al LOCO, equivocándose en los números del EREMITA y de la templanza agregando un pie a la mesa del malabarista, transformando el cetro del Papa, dibujando el Ahorcado de pie etc., pretende también corregir los "errores" del original y, ignorando sus inexactitudes, dándole al Tarot un origen puramente inventado: las 22 CARTAS
Mayores serán jeroglíficos perteneciendo al "Libro del Toth" rescatado de las ruinas egipcias hace mas de mil años... Diez años mas tarde, un adivino, el barbero Eteilla "restaura" la "significación" del Tarot de Marsella y establece entre sus Lames fantasiosas unas menos fantasiosas relaciones con la Astrología y la Kabbale. ¡Y desde entonces, miles de libros fueron escritos demostrando que el Tarot toma su fuente de los Egipcios, los Chaldeos, los Hebreos, los Arabes, los Hindus, los Griegos, los Chinos, los Mayas, los Extraterrestres, los Suprahumanos, cuando no se evoca al Atlántida o a Adam si mismo susceptibles de haber dibujado los primeros bosquejos! La palabra TAROT seria egipcia (TAR: caminos; RO, ROS, ROB: real), hindu-tartaro
(TAN-TARA: zodiaco), hebreo (TORA: ley), latín (ROTA: rueda; ORAT: el habla), sánscrito (TAT: el todo; TAR-O: estrella fija), Chino (TAO), etc.
Diferentes grupos étnicos y religiosos, diferentes sociedades secretas se han reivindicado la paternidad: Gitanos, Judíos, Masones, Rosa-Cruz, Sofistas... Encontramos influencias de los evangelios y del relato del Apocalipsis (en las Lames como EL MUNDO, EL AHORCADO, LA EMPERATRIZ, LA JUSTICIA, LA TEMPLANZA, LA FUERZA, EL DIABLO, EL PAPA, EL JUICIO), enseñanzas tantricas, del "YI KING" y del calendario solar azteca. Algunas ven en el Tarot una obra de alquimia, kabbalistica, astrológica, aritmomancica. Cada sociedad, cada nudo esotérico, cada rama de la magia, cada Iniciado, cada nacionalidad, cada artista sienten entonces la necesidad de pintar por fin el verdadero Tarot.

Violeta

La celebridad de Violeta Parra es tan grande que es muy poco lo que yo puedo revelar de ella. La conocí en París, donde vino en dos ocasiones. Primero en 1954 (por dos años) y después en 1961 (por tres años). En el primer período, aún no famosa, para ganarse la vida cantó en un pequeño bar del Barrio Latino, L’Escale. Su sueldo miserable sólo le permitía pagarse un cuarto de hotel de una estrella y cocinar ahí una modesta comida estilo chileno –carbonada, pastel de choclo, ensalada de tomate con cebolla– que muchas veces compartió con sus seis principales amigos, uno de los cuales era yo. Lo cuenta en su libro Décimas. Autobiografía en versos: “Para mi amigo Alejandro que me alentara en París con una flor de alhelí y una amistosa sonrisa, su mano fue una delicia allá en esa vida ausente; ayer sembraste simiente hoy florecen y fructifican”. Dice que yo la alenté en París, pero fue lo contrario. Su tenacidad y energía me contagiaron. Violeta cantaba desde las diez de la noche hasta las cuatro de la mañana, luego se levantaba a las ocho y corría a grabar los cantos chilenos que había recogido de labios de viejas campesinas –“a lo humano y a lo divino”–, ya fuera para Chant du Monde o para la Fonoteca Nacional del Museo del Hombre. Yo protesté:
–Pero Violeta, ¡si no te dan ni un céntimo! ¡Tienes que darte cuenta de que, en nombre de la cultura, te están estafando!
–No soy tonta, sé que me explotan. Sin embargo, lo hago con gusto: Francia es un museo. Conservarán para siempre estas canciones. Así habré salvado gran parte del folklore chileno. Para el bien de la música de mi país, no me importa trabajar gratis. Es más, me enorgullece. Las cosas sagradas deben existir fuera del poder del dinero.
Violeta me dio una inolvidable lección. Gracias a su ejemplo he leído el Tarot y dado consejos de Psicomagia de forma gratuita.
Cuando regresó a París, siete años después, ya era una cantante conocida y respetada en Chile no sólo por su arte sino también por sus valiosas investigaciones de su olvidado folklore. Grabó sus propias canciones (“Gracias a la vida”, entre ellas) para el sello Barclay. Actuó en el escenario central de la fiesta del diario comunista L’Humanité. A pesar de todo ello, siguió siendo una mujer con la apariencia de una humilde campesina; y su cuerpo menudo encerraba un alma de una fuerza sobrehumana... Paseándome con ella por las orillas del Sena, llegamos frente al Palacio del Louvre.
–¡Qué imponente museo! –le dije–. El peso de tantas obras de arte, de tantas grandes civilizaciones, a nosotros, pobres chilenos sin tradición, con chozas de paja en vez de pirámides, con humildes cacharros de greda en lugar de esfinges, nos aplasta.
–Calla –me contestó altiva–. El Louvre es un cementerio y nosotros estamos vivos. La vida es más poderosa que la muerte. A mí, que soy tan pequeña, ese enorme edificio no me asusta. Te prometo que pronto verás ahí dentro una exposición de mis obras...
No supe si considerarla loca o aquejada de una ingenua vanidad. La conocía como cantante, no como artista plástica.
Violeta contaba con muy poco dinero. Compró alambre, arpillera barata, lanas de colores, greda, algunos tubos de pintura. Y con esos humildes materiales creó tapices, cántaros, pequeñas esculturas, óleos. Eran sus propias obras y, al mismo tiempo, la expresión de un folklore chileno desaparecido en la realidad, pero atesorado en las profundidades del inconsciente de mi amiga. ¡En abril de 1964, Violeta Parra inauguró su gran exposición en el Museo de Artes Decorativas, Pabellón Marsan, del Palacio del Louvre!
Esta increíble mujer me enseñó que, si queremos algo con la totalidad de nuestro ser, acabamos lográndolo. Lo que parece imposible, con paciencia y perseverancia se hace posible.

Este fragmento pertenece al prólogo de El Maestro y las magas

Loco genio o mentiroso?.

En tus libros, nos has revelado una forma de ver el mundo diferente, has hecho revivir el concepto de guerrero espiritual, has vuelto a poner de actualidad el trabajo sobre el sueño lúcido y sin embargo no sé si eres un loco, un genio o un mentiroso.

Este fragmento pertenece a La Danza de la Realidad

Muchacha Inteligente.

¡Pensar es crear y crear es creer; no permitas que entre la duda en tu alma, no te alejes de la realidad en la que crees, implántala, tu puedes hacerlo, este mundo es tuyo! ¡Ponte de rodillas: si rezas con todas tus entrañas, la ilusión se hará realidad!

Este fragmento pertenece a El Niño del Jueves Negro

Frase Mariposa

" ...el apocalipsis aquí está. Los americanos saben de esto, de que la única esperanza son los platillos voladores. ¿Usted sabe cómo veo el mundo? Como una persona que está muriendo. Como un gusano que está muriendo para hacer una mariposa. No debemos detener al gusano, debemos ayudarlo a morir para ayudar a la mariposa a nacer. Necesitamos bailar con la muerte. Este mundo está muriendo, pero muy bien. Haremos una mariposa enorme, grande, grande. Usted y yo seremos los primeros movimientos en las alas de la mariposa porque estamos hablando de esto. "
- ¿Es verdad que tú eres muy valiente porque siempre estás afrontando el escándalo?
- Estoy muy contento, Alejandro, que me hayas hecho esta pregunta. No soy "valiente". Por el contrario, soy extremadamente miedoso. Pero debo aclararte que para mí, miedoso no es sinónimo de cobarde ni de angustiado. Asistí a una conferencia de Erich Fromm donde este sociólogo expuso la diferencia entre la angustia y el miedo. Se tiene angustia cuando no se sabe a qué se teme. La sociedad actual es una sociedad angustiada porque no quiere enfrentar sus problemas.
Históricamente hemos ido sufriendo muchos contratiempos que han sido verdaderas patadas para nuestro orgullo humano. Nos arrojaron del centro del universo probando que el Sol no giraba alrededor nuestro. Luego supimos que el astro rey era muy pequeño, que estábamos existiendo en una ínfima galaxia, que éramos una mota de polvo perdida en la inmensidad del infinito. Freud destronó a la "razón" y nos demostró que éramos dominados por el inconsciente. Marx nos reveló que casi todos los problemas no tenían raíz en el "alma", sino en la realidad económica... el alma podía mejorar si el país tenía una economía bien dirigida. Gurdjieff, en el terreno esotérico, afirmó que nada hacemos, que todo no sucede; que somos máquinas... etc. La civilización occidental sólo nos enseña a vivir, pero rehuye enseñarnos a morir. Todo lo que tenga que ver con desintegración o muerte es considerado negativo...
El hombre actual está angustiado. No sabe, repito, a qué le teme. No se deja hipnotizar por miedo a comportarse de una manera extraña, ni quiere ir al psiquiatra porque le pueden decir lo que es y él tiene angustia de saber qué es en realidad. Fromm aconseja transformar esa angustia en miedo. El miedo es el temor a algo "conocido". Un angustiado se oculta en su concha y no lucha contra el mundo. Un miedoso sabe quién es su enemigo y lo combate. Un cobarde sabe quién es su enemigo pero no le presenta pelea. Un cobarde es un ser despreciable, quizás mucho más que el angustiado. Un miedoso es un ser positivo. Ahora bien, un valiente, el que no teme a nada, es un inconsciente o un idiota. Es el falso superhombre que se inmola inútilmente sin decirse que su deber es mantenerse vivo la mayor parte de su vida para luchar incansablemente. Es más difícil vivir que morir...
La mayor parte de los ciudadanos, no tienen vergüenza de su angustia porque la ocultan bajo el alcohol o los demás narcóticos y transforman su angustia en un "patín loco" o en una "onda formidable". Si tienen vergüenza del miedo y se hacen pasar por héroes (de tertulia). Se necesita humildad para decir: le temo a mis enemigos, son fuertes, son poderosos; a veces tienen la razón en las críticas que me hacen; pueden dañarme, etc. Aceptando al enemigo exterior e interior... - (soy egoísta, tengo núcleos homosexuales, poseo un complejo de Edipo no resuelto, mi aparente inferioridad esconde un sentimiento narcisista de supervalía, etc) - puede entablarse con él una provechosa batalla. Si afronto el escándalo no es porque sea valiente, sino porque he vencido a mi angustia.
- Mira, Alejandro, yo te conozco desde que naciste y a mí no me engañas: ¡Tú buscas el escándalo como forma de expresión! No te interesa la obra que produces, sino el efecto que ella va a causar. Tratas de agredir para que te "noten".
- Tus frases, Alejandro, prueban lo que dicen los derviches árabes: "El peor enemigo que tenemos somos nosotros mismos". También, al agredirme así, me demuestras que la agresión es afectividad. Quien agradece mucho lo hace porque tiene una carga afectiva inconsciente que no puede expresar. Estoy seguro que la gente que odia a los negros tiene una inferioridad sexual respecto a ellos; a estos racistas les gustaría tener los atributos de la raza a la que persiguen. Tú me atacas porque me quieres. Quisieras que yo fuera lo mejor que hay en el mundo. Pero como el mundo tiene infinitos centros y nadie puede ser el mejor, te decepcionas de mí porque no puedo ser "héroe". Si en realidad me amaras sanamente, me aceptarías como soy, ni muy grande ni muy pequeño.
No intentes "mejorarme". Mejor trata de "aceptarme". Una planta es bella aunque no de duraznos. Si a un helecho le pides duraznos, terminas por matarlo. La hierba es bella siempre que no le exijas flores. Todos servimos para algo pero no todos servimos para lo mismo.
Nunca busqué el "escándalo". Producir un escándalo en esta sociedad escandalosa es lo más difícil que hay. Todos los artistas superficiales han tratado de hacerlo: desde exponer un urinario como escultura (Marcel Duchamp) pasando por colgar una red descuartizada como decorado de Ballet (Maurice Bejart) hasta hacer pintar a unos erizos (Dalí). La sociedad absorbe estos escándalos formales, salen tres o cuatro artículos en los periódicos y no pasa nada.
La única posibilidad de escandalizar actualmente es tratar por todos los medios de no hacerlo. Tratar de expresar la VERDAD. En una sociedad de mentirosos, la VERDAD es escándalo. En una sociedad degenerada, la HONESTIDAD es escándalo. En una sociedad enferma, la SALUD es escándalo., En una sociedad hipócritamente religiosa, el VERDADERO MISTICISMO es escándalo.
Si mis obras han escandalizado, debo sentirme orgulloso, no del ruido que han hecho, sino de que, hiriendo, prueban que algo tienen de verdadero.
El primer escándalo de nuestra civilización es Cristo. Los evangelios son la historia del gran escándalo que provocó un Dios diciendo verdades tan humanas que fue crucificado. No ha habido una sola idea, doctrina, arte que haya nacido tranquilamente si tenía valores. La verdad al nacer ilumina tinieblas. Estas tinieblas se convulsionan y agreden. Lo nuevo en cultura es sinónimo de destrucción de otras culturas. Los que hacen el escándalo no son los creadores, sino los perezosos que, al no querer cambiar, se aferran a su enfermedad y podredumbre y segregan, como lo hace un organismo, anticuerpos para acabar con lo nuevo. Para un cuerpo enfermo, las medicinas con como un veneno que matará a los gérmenes nocivos. Dolor y muerte son los padrinos de cualquier nueva vida.
- ¿Te parece justo que en pleno siglo veinte existan pobres y ricos, mujeres con educación inferior a los hombres, odios raciales, luchas de partidos políticos, intolerancia religiosa, multiplicidad de idiomas, países con fronteras, pasaportes, aduanas, censura, matrimonio, mayoría de edad sólo a los 21 años y no a los siete años, plan de estudios obligatorio, mayor admiración para un médico que un carpintero, sacerdotes que no pueden casarse, control de natalidad no permitido, dinero, guerras, padres que nunca han estudiado para serlo, periodistas casi analfabetos y no universitarios, médicos comerciantes, políticos que no han sido ni serán psicoanalizados, burócratas que no practican yoga ni meditación Zen, libre venta de alcohol y protección a las industrias cerveceras, televisión dirigida por cretinos a millones de cerebros infantiles, telenovelas escritas por señoras degeneradas mentalmente, automóviles funcionando a gasolina y envenenando la atmósfera del planeta, etc?
- Nunca pensé que el mundo estuviera así. Como soy un artista no me preocupa de la realidad. Me has aterrado. ¡Hay que hacer algo! Por ejemplo: Inmediatamente correr a todos los periodistas. Dejar los periódicos reducidos momentáneamente a una escueta y pequeña hoja informativa e inaugurar una UNIVERSIDAD DEL PERIODISMO. Allí se les enseñará que su actividad es una de las más importantes para la construcción de un país. Cada letra que escriban debe ser un ladrillo positivo para mejorar el mundo. Aprenderán la honradez y la objetividad.
Cerrar también los canales para sanearlos de su inmundicia. Constituir un consejo de las más altas personalidades del país, las más evolutivas y hacer que ellas dirijan la televisión. Ningún simple particular tiene derecho, para lucrar, de invadir los hogares con imágenes imbéciles. La televisión es patrimonio del país. El pueblo tiene derecho a una televisión humana, sana, inteligente, educativa.
Mandar al psiquiatra a todos los profesores primarios. También a meditación yoga. Subirles el sueldo. Ellos tienen en sus manos a la juventud... Deben por lo tanto gozar de sueldos tan elevados como los de un cantante de tangos o de un dueño de estacionamientos.
En fin... seguiré pensando sobre este terrorífico tema y te iré contando lo que se me ocurra

La Mejor Bicicleta

Un joven solía salir con sus amigos a pasear por el campo en bicicleta. Amaba la tierra fragante, el verde de las praderas, el esplendente color de las flores. Un día se dijo: “¡Mejoraré mi bicicleta para poder viajar por el mundo entero!” Trabajó sin descanso agregándole ruedas poderosas, mecanismos nuevos. Aumentó su ambición: “¡Será la mejor del mundo!” Le dio grandes motores, faros de kilométricos alcances, defensas puntiagudas. Lo que había sido una simple bicicleta era ahora un vehículo más grande que una casa. El joven, envejecido por el continuo esfuerzo, comenzó a cubrir su carruaje con placas de oro. “¡Estos adornos no son útiles, pero provocarán envidia!”
Una mañana de primavera llegaron sus amigos a buscarlo. “¡Ven a pasear por el campo! ¡Respiremos aire puro!” En la oscuridad de su taller, en medio de los gases de la gasolina, pegado al dorado monumento que había perdido la facultad de desplazarse, el anciano les respondió: “¡No puedo ir! ¡Tengo que cuidar mi valiosa bicicleta!” Llenó la casa de trampas, alarmas, cañones. Desde una ventana enrejada observó las alegres cabriolas de los ciclistas. Exclamó con odio: “¡Como no tienen nada, algún día van a tratar de robarme la bicicleta! ¡Será mejor que los destruya ahora mismo con mis cañones!”

La Bolita

Por exigencias del protocolo, un rey que tiranizaba sin piedad al pueblo, tenía que salir de su fortaleza en una carroza de oro, recorrer la Avenida Central hasta el parque en donde lo esperaba su ejército, y rendir honores a la bandera.
Tanto era el descontento que su régimen rapaz había sembrado, que el tirano temía por su vida. Sus secuaces tomaron todas las precauciones imaginables: el mandatario fue cubierto con una malla de acero; la carroza, rodeada por lanceros montados a caballo; el camino, bordeado por espadachines para impedir que el pueblo se acercara al carruaje dorado. En los techos y ventanas se distribuyeron miles de arqueros prestos a lanzar sus flechas al menor gesto sospechoso. Cerraron las vías de acceso y sólo dejaron entrar ciudadanos que habían sido celosamente registrados. Para rematar estas cautelas, colocaron escudos en la carroza y un techo de acero... ¡Comenzó el desfile!
La multitud, aterrada, no osaba mover un dedo.
Un anciano que estornudó fue atravesado por cien flechas... El hijo de un guardián, sentado junto a su padre, jugaba a las canicas mientras éste vigilaba a los espectadores. El niño, al ver ese imponente y amenazador carruaje, se asustó tanto que dejó caer una de sus bolitas. Ésta rodó por entre los cascos de los caballos y fue a dar justo debajo de una rueda que, al pasar sobre ella, rebotó y salió de su eje provocando que el carro se volcara y que el tirano pereciera aplastado bajo el peso de sus blindajes.

El León y el Burro

Por unanimidad, el león fue nombrado Emperador de la Selva. Al comienzo, el digno cargo lo llenó de orgullo, pero a los pocos días se angustió. En todos los claros y rincones estallaban crueles batallas. Nadie podía caminar con seguridad por los senderos. Al caer el sol, los animales se encerraban temblando en sus madrigueras.
Muchas especies habían dominado el secreto del fuego y mantenían brasas ardientes dispuestas a quemar la selva si fuera preciso, aunque la mayor parte de sus habitantes pereciera... El Emperador llamó al burro, su Primer Ministro. Lloró amargamente junto a una de sus largas orejas. “¡Mi fiel colaborador, nunca tendré fuerzas para solucionar tan enorme problema! ¡Vamos hacia la destrucción!”
El burro, con gran esfuerzo, pensó y luego dijo:
“Querido amo, si usted no llega a resolver un problema inmenso, trate por lo menos de resolver un problema pequeño, que esté al alcance de sus fuerzas. ¿Puede ordenar la selva entera?” “¡No!”
“Trate entonces de ordenar el área en la que usted vive.”
“¡No puedo —contestó el león
— porque hay tantas envidias en mi corte que no logro organizar un ejército!”
“¡Entonces, ordene su corte!”
“¡Imposible! ¡Hay tales disputas en mi propia familia que no tengo tiempo de pensar en otras cosas!”
“¡Entonces, oh Majestad, solucione los problemas de su familia!”
“¡No puedo, pedazo de burro, porque yo mismo me debato entre las ansias de servir a mi pueblo y el deseo voraz de comérmelo!” Y la fiera saltó sobre su Primer Ministro.
El burro, mientras era devorado, pensó: “Esto me pasa por tratar de mejorar al león antes que a mí mismo”.

6.10.10

LA MENTE ALIEN

de Philip K. Dick

Inerte en las profundidades de su cámara theta, oyó el tono débil y después la sensivoz.
—Cinco minutos.
—De acuerdo —dijo, y se esforzó por salir de su sueño profundo. Tenía cinco minutos para ajustar el curso de la nave; algo había funcionado mal en el sistema de autocontrol. ¿Un error de su parte? No era probable; nunca cometía errores. ¿Jasón Bedford cometer errores? Jamás.
Mientras se dirigía tambaleante hacia el módulo de control, vio que Norman, a quien habían enviado para divertirlo, también estaba despierto. El gato flotaba lentamente en círculos, dándole golpecitos con las patas a una lapicera que alguien había dejado suelta. Extraño, pensó Bedford.
—Creía que estarías inconsciente conmigo.
Revisó las lecturas del curso de la nave. ¡Imposible! Un quinto de pársec apartada de la dirección de Sirio. Agregaría una semana a su viaje. Con hosca precisión reacomodó los controles, después envío una señal de alerta a Meknos III, su destino.
—¿Problemas? —contestó el operador meknosiano. La voz era seca y fría, el monótono sonido calculador de algo que a Bedford siempre lo hacía pensar en serpientes.
Explicó su situación.
—Necesitamos la vacuna —dijo el meknosiano—. Trate de mantener su curso.
Norman, el gato, flotó majestuosamente junto al módulo de control, tendió una zarpa, y manoteó al azar; dos botones activados soltaron tenues bips y la nave cambió de curso.
—Así que tú lo hiciste —dijo Bedford—. Me humillaste ante la mirada de un alienígena. Me redujiste a la imbecilidad de cara a la mente alien.
Atrapó el gato. Y apretó.
—¿Qué fue ese sonido extraño? —preguntó el operador meknosiano—. Una especie de lamento.
Bedford dijo sereno:
—No queda nada por lamentar. Olvidé que lo oyó.
Cortó la radio, llevó el cuerpo del gato al esfínter para la basura, y lo eyectó.
Un instante después había regresado a la cámara theta y, una vez más, se adormeció. Esta vez no habría quien se metiera con los controles. Durmió en paz.

Cuando la nave amarró en Meknos III, el jefe del equipo médico alien lo recibió con un pedido curioso.
—Nos gustaría ver su mascota.
—No tengo mascota —dijo Bedford. Lo cual, por cierto, era verdad.
—Según la planilla que nos enviaron por adelantado...
—Realmente no es asunto suyo —dijo Bedford—. Ya tienen la vacuna; despegaré en seguida.
—La seguridad de cualquier forma de vida es asunto nuestro —dijo el meknosiano—. Revisaremos su nave.
—En busca de un gato que no existe —dijo Bedford.
La búsqueda resultó inútil. Con impaciencia, Bedford miró cómo las criaturas alienígenas escrutaban cada depósito de almacenamiento y cada pasillo de su nave. Por desgracia, los meknosianos encontraron diez bolsas de comida para gatos deshidratada. En su propio idioma, se desarrolló una prolongada discusión.
—¿Ahora tengo permiso para regresar a la Tierra? —preguntó Bedford con aspereza—. Tengo un horario ajustado.
Lo que los extraterrestres estaban pensando y diciendo no le importaba; sólo deseaba regresar a la silenciosa cámara theta y al sueño profundo.
—Tendrá que pasar por el procedimiento de descontaminación A —dijo el jefe médico meknosiano—. Para que ninguna espora o virus...
—Me doy cuenta —dijo Bedford—. Que lo hagan.
Más tarde, cuando la descontaminación quedó completa y estuvo de regreso en la nave para activar el arranque, la radio sonó. Era uno u otro de los meknosianos; para Bedford todos se veían iguales.
—¿Cómo se llamaba el gato? —preguntó el meknosiano.
—Norman —dijo Bedford, y apretó el botón de arranque. La nave se disparó hacia arriba y él sonrió.

No sonrió, sin embargo, cuando descubrió que faltaba el suministrador de energía para su cámara theta. Tampoco sonrió cuando tampoco pudo localizar la unidad de repuesto. ¿Se había olvidado de traerla?, se preguntó. No, decidió; no haría algo así. La sacaron ellos.
Dos años hasta llegar a Terra. Dos años de conciencia plena por su parte, privado del sueño theta; dos años de sentarse o flotar o —como había visto en los holofilms de entrenamiento para estado físico militar— enroscado en un rincón, totalmente psicótico.
Lanzó un pedido radial para regresar a Meknos III. Ninguna respuesta. Bueno, lo mismo daba.
Sentado en el módulo de control, encendió de un golpe la pequeña computadora interna y dijo:
—Mi cámara theta no funcionará; la sabotearon. ¿Qué me sugieres hacer durante dos años?
HAY CINTAS DE ENTRETENIMIENTO DE EMERGENCIA
—Correcto —dijo—. Tendría que haberlo recordado. Gracias.
Apretó el botón indicado para que la puerta del compartimiento de cintas se abriera deslizándose.
Ninguna cinta. Sólo un juguete para gatos, una bolsita en miniatura para presionar, que habían incluido para Norman; nunca había alcanzado a dárselo. Por lo demás... estantes vacíos.
La mente alien, pensó Bedford. Misteriosa y cruel.
Hizo funcionar la grabadora de audio de la nave, y dijo con calma y con la mayor convicción posible:
—Lo que haré es construir mis dos años siguientes alrededor de la rutina diaria. Primero, están las comidas. Pasaré todo el tiempo posible planificando, preparando, comiendo y disfrutando platos deliciosos. Durante el tiempo que me queda por delante, probaré toda combinación posible de víveres.
Tambaleante, se paró y se dirigió al enorme armario contenedor de comida.
Mientras se quedaba con los ojos muy abiertos ante el armario apretadamente lleno, apretadamente lleno de hilera tras hilera de envases idénticos, pensó: Por otro lado, no hay mucho que hacer con una provisión de dos años de comida para gatos. En el sentido de la variedad, ¿serán todos del mismo sabor?
Eran todos del mismo sabor.