Los textos sumerios y acadios no dejan lugar a dudas de que las gentes del Oriente Próximo de la antigüedad tenían por cierto que los Dioses del Cielo y de la Tierra eran capaces de elevarse en el aire y ascender a los cielos, así como de recorrer los cielos de la Tierra a voluntad.
En un texto que trata de la violación de lnanna/lshtar por parte de alguien no identificado, éste justifica su acción de este modo:
Un día mi Reina,
después de cruzar el cielo, de cruzar la tierra Inanna,
después de cruzar el cielo, de cruzar la tierra después
de cruzar Elam y Shubur,
En un texto que trata de la violación de lnanna/lshtar por parte de alguien no identificado, éste justifica su acción de este modo:
Un día mi Reina,
después de cruzar el cielo, de cruzar la tierra Inanna,
después de cruzar el cielo, de cruzar la tierra después
de cruzar Elam y Shubur,
después de cruzar...
La hieródula llegó cansada, se durmió. La vi desde el extremo de mi jardín;
la besé, copulé con ella.
La misma Inanna, de la que se dice aquí que recorría los cielos de muchas y lejanas tierras -hazaña que sólo podría haber realizado volando-, habló en otra ocasión de su vuelo. En un texto que S. Langdon (en Revue d’Assyr/olog/e et d’Archéolog/e Oriéntale) tituló “
A mí, desde mi templo,
me obligaron a volar;
una Reina soy que, de mi ciudad,
como un pájaro me obligaron a volar.
Esta capacidad de Inanna, capacidad que también muestran otros de los principales dioses, solían reflejarla los antiguos artistas representando a los dioses -antropomórficos en todos los demás aspectos, como ya hemos visto- con alas. Las alas, tal como se puede ver en numerosas representaciones, no formaban parte del cuerpo -no eran alas naturales-, sino, más bien, un añadido decorativo de la vestimenta del dios.
lnanna/lshtar, cuyos viajes en pos de aventuras amorosas se mencionan en muchos textos antiguos, se trasladaba entre su primer y distante dominio en Aratta y su codiciada morada en Uruk. Visitaba a Enki en Eridú y a Enlil en Nippur, así como a su hermano Utu en su cuartel general de Sippar. Pero su viaje más famoso fue el que hizo al Mundo Inferior, a los dominios de su hermana Ereshkigal. Este viaje fue objeto no sólo de relatos épicos, sino también de representaciones artísticas sobre sellos cilindricos, donde se mostraba a la diosa con alas, para remarcar el hecho de que fue volando desde Sumer hasta el Mundo Inferior.
Fig. 59
Los textos que tratan de este arriesgado viaje dicen que Inanna se puso, meticulosamente, siete objetos antes de emprender el viaje, y cuenta que tuvo que entregarlos en los siete pórticos que tuvo que atravesar para llegar a la morada de su hermana. Estos siete objetos se mencionan también en otros textos que tratan de los viajes aéreos de Inanna: